7 Indícame, amor de mi alma, dónde apacientas el rebaño, dónde lo
llevas a sestear a mediodía, para que no ande yo como errante tras
los
rebaños de tus compañeros.
8 Si no lo sabes, ¡oh la más bella de las mujeres!, sigue las huellas de
las ovejas, y lleva a pacer tus cabritas junto al jacal de los pastores.